COMPRENDIENDO EL LENGUAJE DE LA “ENERGÍA CONSCIENTE”
DEL REIKI TRADICIONAL JAPONÉS A LAS NUEVAS
FRECUENCIAS DEL 2012
Los que conocen el Reiki, saben que desde la
antigüedad existe una manera de canalizar la Energía (“prana” para los hindúes, el “ki” para
los japoneses) usando nuestras manos, con fines de sanación física. Este alivio
o incluso en ocasiones remisión total de los síntomas viene acompañado de una
considerable expansión de la
Conciencia del practicante. Mi enfoque del Reiki se centra en el estudio de dicha Expansión de la Conciencia , así como en
el desarrollo del potencial humano fruto
de esa expansión. La sanación física es simplemente el reflejo de una
conciencia sana, de un alineamiento del ser humano con su destino.
Hay varios “poderes” dormidos en el interior de cada
uno de los 7 chakras, y el uso de Reiki los despierta. Reiki no sólo es una
forma de canalizar energía de una persona a otra para producir un bienestar
general o aliviar un síntoma. Para ser consciente del despertar de tu potencial
es necesario conocer la
Energía , sentirla, verla…y con el tiempo aprender a dialogar
con ella. En esto centraremos el Taller: cómo dialogar con el Ki.
Todo ello requiere que nuestra actitud a la hora de
practicar Reiki no sea exclusivamente receptiva. Es innegable que esta actitud
receptiva y de silencio interior en el proceso de canalizar Reiki es una de las
condiciones fundamentales para crear un “espacio sagrado”, un “espacio de
permiso” que no interrumpa con nuestra voluntad, deseos o miedos el libre fluir
de la Energía. En
eso estamos todos de acuerdo. Pero ello no implica una que no podamos contar
con una interactuación durante el
proceso, es decir “ver la energía” saber qué está sucediendo en realidad
durante un tratamiento de Reiki, sentir
y comprender qué implica en realidad el desbloqueo de un chakra, la adquisición
de una herramienta espiritual, la visión de una escena de la vida de nuestro
paciente, el sentir una luz de este u otro color…
Desde la creación de la Gakkai Reiki japonesa
de Mikao Usui en 1922 hasta el día de hoy, la enseñanza del Reiki tradicional
como “sistema organizado” de tratar con la Energía Universal
se centra en que el practicante se convierta en un canal silencioso de esta
energía, un canal que intervenga lo menos posible en el proceso natural por el
cual esta fuerza llega a nosotros. Es sabido que Reiki puede ser dirigido a uno
mismo (autotratamiento), a otra persona,
a una situación traumática vivida, un objeto, o una meta personal…En todos los
casos, se insiste mucho a la hora de canalizar Reiki en la no intervención del practicante: uno debe conectarse a la “fuente” a
través de la respiración y la meditación (habiendo sido Iniciado previamente
por un Maestro) y acto seguido permitir que la energía fluya. Debe dejar la
mente tan clara como le sea posible, no hacer ningún esfuerzo con su
pensamiento o su intención, ni siquiera dirigir la energía a ningún punto en
concreto, ya que ésta irá a las áreas en que sea más necesaria cubriendo a la
vez los aspectos físico, mental y emocional del receptor.
Estoy completamente de acuerdo con esto, pero ello no
debe ser un obstáculo a la hora de podernos dirigir a esta misteriosa fuerza
durante el tratamiento de Reiki y preguntarle lo que necesitemos acerca del
proceso de sanación. La enseñanza tradicional del Reiki nos dice que la Energía está viva y por
tanto podemos dirigimos a ella para preguntarle cosas acerca de qué esta sucediendo
durante el tratamiento:
-¿De qué color está llegando la energía en cada punto?
El color es una frecuencia vibratoria del Ki, y debemos no sólo ver el color de
la Energía
que está llegando en cada momento, sino entender qué significa cada color (ello
nos habla del tipo de sanación que se está produciendo).
-Podemos también solicitar a la Energía que nos de una
imagen asociada al bloqueo que estamos tratando, sea nuestro o de un paciente.
Siempre llega una imagen cargada de información sobre el origen del bloqueo, y
cómo dicho bloqueo determina tu vida a varios niveles. Es más, la Energía habla también de cómo
se integra dicho bloqueo en tu Mapa Kármico, en tu Árbol Genealógico y tu Plan
deVida. Esta información puede resolverte muchas dudas acerca de porqué una y
otra vez llegan el mismo tipo de problemas a tu vida o porqué experimento
ciertos bloqueos difíciles de superar.
-No es fácil encontrar un practicante de Reiki que
sepa dar explicación a las diversas sensaciones de Hibiki o resonancia que se
producen en las manos durante un tratamiento: calor-frío, palpitaciones,
calambres, pinchazos, entumencimiento…También existen diversas formas de Hibiki
corporal, éste último muy vinculo a aspectos psico-emocionales: sensaciones de
tristeza, ansiedad, miedo, vacío, abandono, hiperactividad mental…El
característico Hibiki en las manos se producen en el momento en que la energía
pura de Reiki impacta con una zona del cuerpo que está en desequilibrio: una
dolencia física, un trauma emocional, un bloqueo mental...Al impactar la
energía de Reiki en dicha zona y comenzar la transmutación del aspecto
desequilibrado, se desprende una energía residual que vuelve a nuestra palma de
la mano produciendo el Hibiki. Cada una de estas sensaciones en las palmas de tus
manos está hablando de algo, y es muy
revelador saber de qué.
-Otra cuestión es la de las posiciones de las manos a
la hora de dar Reiki. ¿Cómo necesita un área desequilibrada que mueva las manos
para armonizarla? ¿Cuándo las manos deben estar fijas en un punto y cuando
deben moverse? Si han de moverse, ¿cómo han de hacerlo: en círculos, en espiral
ascendente-descendente, con suaves palmadas en el aire? Qué conseguimos con
cada uno de estas formas de movimiento?Otra importante cuestión es a qué altura
del cuerpo físico sitúo las manos: ¿cuándo he de tocar físicamente el cuerpo,
cuando he de mantener mis manos en el aire pero rozando casi el cuerpo físico?,
¿cuándo he de elevar más y más las manos hasta los mismo límites del campo
áurico? ¿Por qué hay chakras o puntos del cuerpo que parecen succionar mi mano
mientras que otros puntos parecen repelerla?
-La práctica de Reiki debe enseñarnos qué sucede con el
Hibiki Corporal, que se da cuando el practicante siente en sí mismo el trauma
emocional de la persona a la que le está dando Reiki, o siente su dolor físico
como un reflejo. Pensemos que cuando el Hibiki es corporal es porque resueno
con la persona a la que le estoy dando Reiki y conecto con su tristeza, su
vacío o su miedo, ¿Cómo puedo recibir el mensaje y conocer desde dentro qué le
pasa sin sufrir una emoción que no me pertenece? Es más, en el día a día todos,
sin darnos cuenta, estamos resonando con emociones de la gente que nos rodea,
normalmente emociones densas como miedo, tristeza, derrotismo, confusión
mental, inseguridad… y somos presas de estados que no nos pertenecen creyendo
que son nuestros. Esta creencia provoca en nosotros que se vayan afianzando
emociones conflictivas en nuestro cuerpo emocional, emociones que nosotros no
hemos generado pero sí recogido. Como las ondas de radio, las emocionas flotan
en los ambientes y determinan la energía de los espacios en los que nos movemos
(casa, negocios…).
-El estado peculiar de relajación y conexión desde el
que se canaliza Reiki es llamado por los chamanes mexicanos Segunda Atención. La Segunda Atención es un espacio
astral al que nos movemos al canalizar Energía, podríamos decir que es una
especial posición de la conciencia humana. Desde dicha posición, el individuo
particular, el yo con sus peculiaridades, el ego con sus miedos y conflictos
(Primera Atención) es trascendido. Desde este lugar sagrado se pueden descubrir
y experimentar grandes cosas. Hoy en día, el paso a la Segunda Atención es cada vez más sencillo, y en vista de los cambios
vibracionales que está experimentando el planeta desde la Convergencia Armónica
en 1987 hasta el 2012, todo parece indicar que nos estamos moviendo hacia una
profunda transformación, hacia una vida en permanente Segunda Atención. Esto
puede ser maravilloso o tremendamente confuso y doloroso. En este periodo se
han abierto una serie de puertas que han hipersensibilizado a las personas,
pero esto no ha venido acompañado de una educación para comprender qué es lo
que estamos percibiendo, qué está pasando, porqué nos sentimos tan crispados y
en crisis personales de todo tipo. Debemos comprender que ha sucedido y ver
como nos està afectando en nuestro esquema de relaciones familiares, sociales y
laborales.
La enseñanza del Reiki Tradicional no cubre la
explicación de todos estos puntos fundamentales para nuestro desarrollo, quizá
porque seguimos manteniendo el enfoque del Reiki de principios del siglo XX,
momento en que la sensibilidad y la capacidad perceptiva de la gente estaba muy
por debajo de la que se da a comienzos del siglo XXI. Por tanto, además de enseñar
las certezas alcanzadas por el Reiki Tradicional de la Gakkay Reiki Japonesa,
profundizaremos en los puntos antes mencionados para desarrollarlos y
enriquecer así nuestra relación con Reiki y con nosotros mismos.
Simón David.
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